Esta casa manchega del siglo XIX ha sido meticulosamente reformada para devolverle su antiguo esplendor y ofrecer un alojamiento con estilo que conserva todo su encanto original. Se encuentra situado entre las montañas de Toledo y La Mancha. Dispone de un maravilloso patio interior, un espacio acogedor bañado por la luz natural, alicatado y decorado con puertas de madera típicas de la arquitectura tradicional de la zona. En todo el hotel encontrará numerosos rincones con confortables asientos donde podrá recostarse, relajarse, leer un libro o simplemente contemplar la belleza del entorno. El hotel dispone de una terraza en la que podrá degustar una selección de helados, bebidas, cafés y pastas, mientras admira la exposición permanente de fotos, pinturas y esculturas.
Cómo llegar: