Emplazado en un oasis verde, en Aventino, una de las colinas más famosas de la Ciudad Eterna, este hotel goza de vistas a los exquisitos jardines de la iglesia de Saint Prisca. Desde la terraza del hotel se domina el centro de la antigua Roma y su fachada del siglo 17, conservada intacta, está rodeada de un lado, por el rosal del municipio, donde crecen más de 2000 especies de plantas y del otro lado por el famoso Jardín de las Naranjas. Todas las habitaciones han sido totalmente renovadas para ofrecerle aire acondicionado, insonorización y balcones con vistas al jardín privado de Santa Prisca, con varios siglos de antigüedad.
Cómo llegar: